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viernes, 12 de noviembre de 2010

SENTENCIA DEL JUICIO DE VINNIE VINCENT CONTRA KISS AÑO 2010


Introducción: como todos sabemos, Vinnie Vincent es además de un talentoso ex guitarrista de KISS, un hombre algo apartado del mundo últimamente, aunque tenaz y persistente a la hora de realizar emprendimientos judiciales (generalmente con suerte adversa) contra sus ex empleadores Gene y Paul. Transcribo a continuación el resultado de su más reciente emprendimiento en una versión resumida y simplificada lo más posible, ya que el castellano jurídico -el inglés también- es de lectura compleja y engorrosa, aun teniendo conocimientos del tema. Ergo, la traducción de los términos es apenas aproximada, por todo lo cual pido las disculpas del caso:

[El Capítulo 13, Título 11, del Código de los Estados Unidos, más conocido como Capítulo 13 a secas, es un capítulo del Código de Bancarrotas de los Estados Unidos de América que rige una forma de bancarrota en dicho país. Este capítulo permite a las personas someterse a una reorganización financiera supervisada por un tribunal federal de bancarrotas. El mencionado código se refiere al objetivo del Capítulo 13 como el hecho de permitir a los deudores que tienen ingresos una rehabilitación de sus deudas siempre que se atengan a un plan preaprobado por el tribunal. Este objetivo contrasta con el del Capítulo 7, que ofrece alivio inmediato y completo de muchas deudas opresivas, aunque entiendo que con condiciones muy puntuales]. [El Capítulo 11, del mismo Código, permite la reorganización según las leyes sobre bancarrota de los Estados Unidos. Este Capítulo puede ser utilizado en cualquier negocio, sea organizado como compañía o con un único propietario, y por cualquier individuo, aunque es más utilizado por empresas. En contraste, el Capítulo 7 rige el proceso de liquidación de una bancarrota, mientras que el Capítulo 13 provee el marco para el proceso de reorganización para la mayoría de los individuos privados –esto es, entiendo, personas físicas que no están organizadas de modo público como sociedades o compañías].

Viernes 25 de Junio 2010

Panel de Apelaciones sobre Bancarrotas del Sexto Circuito.

Referencia. Vincent John Cusano (deudor).

Vincent John Cusano, apelante, contra Gene Klein, Paul Stanley, Gene Simmons Worldwide Inc., KISStory Ltd., Polygram Records Inc., Simstan Music Ltd. y The KISS Company, todos ellos como apelados.

Apelación del Tribunal de Bancarrotas de los Estados Unidos. Entregada: 3 de mayo de 2010. Decisión y archivo: 25 de junio de 2010.

Ante Boswell, Harris y Rhodes, jueces del Panel de Apelaciones sobre Bancarrotas.

Asesores (abogados): por los apelados: Marc. T McNamee, Stephen M. Montgomery, NEAL & HARWELL, PLC, Nashville, Tennesse.
Vincent Cusano, Franklin, Tennessee, por su propio derecho (esto es en este caso, que se presentó personalmente ante el Tribunal, lo que puede ocurrir con o sin asistencia de un abogado).


OPINIÓN: Vincent John Cusano, por su propio derecho, apela una orden del tribunal de apelaciones que condiciona la desestimación voluntaria de su caso según el Capítulo 13. Dicho tribunal impidió al Deudor presentar nuevamente una petición voluntaria según el Capítulo 13 por dos años, y limitó el efecto de la permanencia automática si el Deudor decidiera presentar una petición de alivio/reducción o beneficio. Por las razones que se exponen seguidamente, RATIFICAMOS la orden del tribunal de bancarrotas.

CUESTIONES SOMETIDAS A APELACIÓN: la cuestión que se apela trata sobre si el tribunal de bancarrotas erró al hallar que el Deudor había presentado de mala fe su caso según el Capítulo 13 y si al hallar tal hecho, fue correcto condicionar la desestimación de su caso.

JURISDICCÍON Y ESTÁNDAR DE ANÁLISIS: El Panel de Apelaciones del Sexto Circuito tiene jurisdicción [está autorizado para decidir] en esta apelación. [Aquí se citan opiniones sobre diversos casos similares].

HECHOS [acá se pone un poco más interesante]: El Deudor, Vincent John Cusano, profesionalmente conocido como Vinnie Vincent, es un músico profesional que se desempeñó como guitarrista principal de la banda KISS desde 1982 hasta 1984. Durante ese período, y nuevamente en 1992, co-escribió algunas canciones para la banda y llegó a un acuerdo para compartir las regalías de modo igualitario.

En 1989, el Deudor realizó una presentación de alivio (de sus deudas) según el Capítulo 11 del Código de Bancarrotas. Se citan en la lista los derechos sobre las canciones que escribió para KISS, y como deudores se mencionan a los miembros de la banda Gene Klein (conocido como Gene Simmons) y Paul Stanley. El plan propuesto [por el Deudor] fue confirmado en 1990 y consumado en 1993, y el caso se cerró.

En 1997, el Deudor realizó una presentación judicial ante el Tribunal de Distrito de California contra KISS y contra Gene Klein, Paul Stanley y otros por, entre otros motivos, regalías [derechos de autor] no pagadas, difamación e infracción al derecho de publicidad. El tribunal de distrito desestimó los reclamos del Deudor y determinó que los honorarios de los abogados y costos del juicio debían ser abonados por los demandados.

El Deudor luego apeló ante el Noveno Circuito de Apelaciones. En tal apelación se mencionaba principalmente el efecto del caso según el Capítulo 11 en relación con la postpetición de regalías no pagadas, el efecto de los estatutos de limitaciones sobre difamación y reclamos por derechos de publicidad, y con quién debía abonar los honorarios de los abogados de las partes. En suma, el Noveno Circuito concluyó que las regalías por los derechos de autor de las canciones en relación con la postpetición eran de propiedad del Deudor, y reinstauró ciertos reclamos basándose en esa decisión. Sostuvo además que la difamación del Deudor y los reclamos por derechos de publicidad eran extemporáneos. Debido a que el otorgamiento de los honorarios de los abogados se basó en el estatus de los demandados como “partes preponderantes” sobre el reclamo por el derecho de publicidad, el Noveno Circuito confirmó la decisión.

En 2004 y 2005 los Apelados notificaron sobre el embargo de sus créditos a distintas compañías que administraban los derechos de autor y desembolsaban las regalías del Deudor, incluyendo a Broadcast Music Inc. (BMI).

El 14 de diciembre de 2007 el Deudor llegó a un acuerdo para la prestación de servicios profesionales con el abogado Dave Nave para que éste realizara una presentación judicial en nombre del deudor para lograr un alivio de sus deudas según el Capítulo 13. El 19 de diciembre de 2007, a pesar de haber contratado a Nave, el Deudor realizó una presentación de similares características pero por su propio derecho, lo que resultó en la cancelación de la comparecencia para el examen de las deudas programada para el 21 de diciembre de 2007. Sin embargo, no logró completar el presupuesto y la asistencia crediticia necesaria requeridos por el Título 11, Capítulo 13, párrafo 109 (h). Por lo tanto, esta petición fue desestimada el 1 de febrero de 2008.

Los Apelados luego promovieron una rectificación de su sentencia para incorporar US$ 37.925,40 en sanciones monetarias determinadas por el Noveno Circuito de Apelaciones contra el Deudor por apelar sin fundamento. El 15 de febrero de 2008, luego de que se admitieran presentaciones escritas relacionadas con la moción de rectificación, el Deudor, representado por Nave, realizó una segunda presentación según el Capítulo 13. El 22 de febrero de 2008, el tribunal de distrito de California admitió la moción para rectificar la sentencia de los Apelados. El Deudor apeló el mismo 22 de febrero la orden dirigida al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito. Luego de que los Apelados promovieran la conversión del caso del Deudor a un caso bajo el Capítulo 7, el Deudor instruyó a su representante para que desestimara su causa de bancarrota. Su causa [o caso] según el Capítulo 13 fue desestimada voluntariamente el 20 de mayo de 2008, según el Titulo 11, Capítulo 13, párrafo 1307 (b).

Poco después de dicha presentación según el Capítulo 13, el Deudor presentó numerosos recursos de queja y reclamos, incluyendo una presentación contra BMI en la que buscaba la entrega de 20.998,53$ por regalías que BMI retenía. El 15 de junio de 2009, el tribunal de bancarrota determinó que el Deudor tenía derecho a una exención y a recibir 2.300 US$ de los fondos objeto del reclamo mencionado. El tribunal fijó una audiencia final para el 27 de julio de 2009 para determinar cómo debían distribuirse los fondos remanentes retenidos por BMI.

El 11 de mayo de 2009 los Apelados presentaron la prueba de su reclamo en el caso de la bancarrota del Deudor. El monto de su reclamo a la fecha de la presentación en bancarrota del Deudor ascendía a 52.171,86 US$. La prueba del reclamo presentado por los Apelados sostenía basarse en el criterio de California, y mostraba un cálculo específico de cómo las deudas pendientes se habían reducido de $ 81.931,37 US$ a 52.171,86 US$.

El 15 de mayo de 2009 el Deudor realizó una presentación judicial por mala praxis jurídica contra Nave [un abogado de él, mencionado antes, anterior a Weyant] por 400.000 US$ por daños compensatorios. El Deudor no especificó este reclamo en su lista de cuestiones en curso.

El 22 de mayo de 2009, los Apelado solicitaron una copia de la declaración de impuestos sobre ingresos personales del Deudor para el año 2008. La primera reunión de acreedores se programó para el 26 de mayo de 2009.

En el examen del 3 de junio, el Deudor admitió estar buscando la desestimación de su caso según el Capítulo 13 del año 2008 porque los Apelados habían solicitado la conversión de su caso al Capítulo 7. También salió a la luz durante ese examen que durante la sustanciación [transcurso] de los casos del Deudor de los años 2007 y 2008, él había recibido regalías de BMI que estaban sujetas a la retención de los Apelados. El Deudor no presentó recibos por esos fondos al Fiduciario [básicamente, alguien que administra fondos en casos como estos] del Capítulo 13.


El 18 de junio el Deudor despidió a su abogado de bancarrota, Weyant. El 22 de junio presentó, por su propio derecho, una Notificación de Desestimación Voluntaria, y el tribunal de bancarrotas emitió una orden de desestimación voluntaria con esa misma fecha. También ese mismo día, los Apelados presentaron una objeción a esta desestimación voluntaria del Deudor basados en la supuesta mala fe del Deudor en sus presentaciones y en que el Deudor no había informado sobre el juicio por mala praxis entablado contra Nave ni sobre el recibo por regalías recibidas de BMI. El 23 de junio [seguimos en 2009] los Apelados presentaron un Recurso Rápido para Modificar la Notificación de Desestimación, asegurando que el Deudor no estaba autorizado a la desestimación de su caso por la cuestión de la mala fe y de los abusos cometidos en su proceso de bancarrota. Como alternativa a la conversión al Capítulo 7 del caso del Deudor, este Recurso presentado por los Apelados también perseguía la emisión de una orden para que la desestimación impidiera en forma permanente la eliminación de la sentencia de los Apelados y (también en forma permanente) al Deudor presentar otra petición de alivio según el Código de Bancarrota.

El 27 de julio el tribunal de bancarrota sostuvo una audiencia de pruebas en relación con la moción para alterar la orden de desestimación para convertir el caso del Deudor al capítulo 7. Tanto el Deudor como Nave testificaron en esta audiencia. El 11 de agosto el tribunal emitió una nueva orden que modificaba la anterior orden de desestimación y negaba la petición de conversión del caso. El tribunal concluyó que, si bien el Deudor tenía derecho a la desestimación de su caso, había actuado y continuaba haciéndolo de mala fe y que existían muchos motivos para imponer condiciones a dicha desestimación. El tribunal impidió asimismo al Deudor realizar nuevas presentaciones según el Capítulo 13 por dos años, y determinó además que cualquier presentación futura no tendría impacto o interferencia, ni a través de la permanencia automática ni de ningún otro modo, sobre cuestiones que surgieran de o estuvieran relacionadas con el litigio en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central de California [TDC] o con cualquier apelación emergente de tal litigio.

El tribunal de bancarrotas también sostuvo una audiencia final relativa a la presentación del Deudor para la entrega de fondos en contra de BMI. El tribunal determinó que, en consonancia con su determinación previa, BMI debía pagar al Deudor, de acuerdo con las exenciones del Deudor en Tennessee, 2.300 US$ a ser deducidos de sus regalías. El tribunal también dispuso que cualquier otro monto en concepto de regalías retenido por BMI fuera entregado al Secretario del TDC para administrarlo en el litigio pendiente ante tal tribunal, y que las regalías recaudadas por BMI luego de la emisión de la orden del tribunal de bancarrotas estuvieran sujetas al litigio del Noveno Circuito.

DISCUSIÓN: Antes de tratar los temas principales que motivaron esta apelación, debemos tratar dos cuestiones preliminares traídas por el Deudor. El Deudor en primer lugar asegura que el tribunal de bancarrotas no tiene jurisdicción para tratar la moción de los Apelados para alterar la orden de desestimación. Argumenta que la notificación de desestimación voluntaria instantáneamente pone fin al caso y a la jurisdicción. Sin embargo, y contrariamente a lo sostenido por el Deudor, el tribunal de bancarrotas mantuvo la jurisdicción para tratar el pedido de los Apelados, presentado en tiempo y forma.

[sigue una serie de consideraciones legales]

El Deudor luego asegura que el tribunal de bancarrotas hizo abuso de su criterio al hacer lugar al pedido de los Apelados para alterar la orden de desestimación ya que no había reunido los requisitos para hacerlo sino que se había limitado a repetir los fundamentos de los Apelados.

[siguen otras consideraciones legales].

Al aplicar las pautas precedentes a este caso, llegamos a la conclusión de que el tribunal de bancarrotas no hizo abuso de su criterio al hacer lugar al pedido de los Apelados. Dicho pedido no constituyó un intento de corregir una decisión estratégicamente pobre. En realidad, el alivio financiero según la Norma 59 (e) bajo la forma de una desestimación condicional permitiría a los Apelados ver el potencial fin de su litigio en California y cobrar sus derechos, lo que sin dudas favorece a los Apelados.
Es más, condicionar esta desestimación del Deudor es coherente con la política de proteger sólo a los honestos pero desafortunados deudores, y no a aquellos que sólo buscan manipular y abusar del proceso para evitar el resultado de otro litigio.
[siguen más consideraciones legales]

El caso de un deudor según el capítulo 13 debe presentarse de buena fe.

[más consideraciones]
La conclusión del tribunal de bancarrotas se halla más que adecuadamente fundamentada. Considerando todas las circunstancias presentadas en la causa en análisis, no podemos decir que dicho tribunal haya errado al haber sostenido que hubo mala fe.
Al sostener ante este panel que había actuado de buena fe, el Deudor afirma que cualquier error que pudiera haber cometido lo fue en forma involuntaria y que hizo lo posible, considerando que había actuado por su propio derecho (es decir, sin asistencia de un abogado en forma constante). Si bien este Panel puede ser menos exigente ante personas que litigan por su propio derecho, esta facultad tiene limitaciones
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Al hallar que el Deudor había actuado, y lo continuaba haciendo, de mala fe, el tribunal de bancarrotas puso dos condiciones para la desestimación del Deudor: un impedimento de realizar cualquier otra presentación según el Capítulo 13, y que cualquier otra presentación que realizara el Deudor no tendría influencia alguna en su litigio en California.

Al protestar sobre la imposición de estas limitaciones, el Deudor sostuvo que si debía haber alguna limitación, no debía ser de más de 180 días.

[más consideraciones]

Todas las constancias de esta causa demuestran que existen motivos suficientes para impedir al Deudor realizar nuevas presentaciones según el Capitulo 13 por dos años. El Deudor realizó tres presentaciones según el Capítulo 13 en tres años, todas en respuesta a acciones promovidas por los Apelados en el litigio en California, tendientes a cobrar lo que les correspondía por sentencia. Tal como el tribunal de bancarrotas destacó: “El Deudor apresuró el litigio repetidamente ante este tribunal cuando le convino, para impedir una resolución del Noveno Circuito, y lo tornó más lento cuando le convino”.

Considerando las constancias del caso, el tribunal de bancarrotas no abusó de sus facultades al otorgar alivio de la permanencia automática en relación con el litigio en California […] La conducta del Deudor al impulsar sus casos sobre bancarrota sólo cuando le convenía indica mala fe al intentar frustrar los esfuerzos de los Apelados para cobrar lo que les correspondía por sentencia, y constituye un abuso del proceso. […] Los Apelados no han apelado la decisión del tribunal de bancarrotas que denegaba su pedido de convertir el caso del Deudor al Capítulo 7 […]

Otra cuestión traída por el Deudor que debemos analizar es si el tribunal de bancarrotas se equivocó al ordenar que las regalías retenidas por BMI fueran entregadas al Secretario del TDC (Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central de California). Al haber desestimado el caso del Deudor con condiciones, el tribunal de bancarrotas no tomó posición sobre la disposición de los fondos en poder de BMI, excepto para ordenar lo siguiente: (1) en consonancia con su orden previa, BMI paga al Deudor la suma de US$ 2.300 […]; (2) cualquier otro tipo de regalías en poder de BMI deben ser entregadas al Secretario del TDC; (3) todas las regalías recibidas por BMI luego de la entrada en vigor de la orden del tribunal de bancarrotas estará sujeta al Noveno Circuito.
CONCLUSIÓN: Por todo lo expuesto, RATIFICAMOS lo dispuesto por el tribunal de bancarrotas.
El Deudor no se presentó. El 27 de mayo los Apelados solicitaron la conversión del caso del Deudor al Capítulo 7. El 28 de mayo presentación una Solicitud de Emergencia para un examen especial, solicitud que fue admitida pese a las objeciones del Deudor. Al admitir esta solicitud, el tribunal también ordenó al Deudor entregar copias de sus declaraciones de impuestos sobre ingresos personales desde 2006 hasta 2008. El Deudor se presentó para un examen especial el 3 de junio, pero no suministró las declaraciones de impuestos solicitadas.
El 27 de marzo de 2009, los Apelados se dirigieron al TDC para solicitar permiso para vender los derechos de autor del Deudor para así satisfacer su sentencia. Se programó una audiencia relativa a este pedido de permiso para el 20 de abril de 2009. El 13 de abril de 2009 el Deudor, por su propio derecho, presentó su tercera petición para alivio de deudas según el Capítulo 13. El 30 de abril de 2009 el Deudor contrató los servicios del abogado Joe Weyant para representarlo en esta instancia.
En noviembre de 2007, los Apelados obtuvieron una orden del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central de California [TDC] para obligar al Deudor a comparecer ante un Juez para analizar sus deudas el 21 de diciembre de 2007. El Deudor intentó obtener la revocación de esa decisión, pero su solicitud fue denegada el 12 de diciembre de 2007.
Al remitir la causa a la instancia inferior, el tribunal de distrito emitió una orden el 5 de septiembre de 2003 para desestimar los planteos del Deudor en su totalidad y fijó la suma de US$ 66.457,77 en honorarios de los abogados, que debía ser abonada por Gene Klein, Paul Stanley, The KISS Company, Gene Simmons Worldwide Inc., SimStan Music Ltd., KISStory Ltd. y Polygram Records Inc. (los Apelados). Para enero de 2010, había 5 apelaciones pendientes de resolución en este juicio, presentadas por el Deudor en el Noveno Circuito de Apelaciones.Luego del registro de este juicio, los Apelados aseguraron su privilegio sobre los derechos de autor del Deudor y perfeccionaron este derecho asentando esa sentencia en la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos, el 30 de noviembre de 2004.

Conclusión personal por Mariana Abello: el buen Vinnie estaba en bancarrota, les hizo juicio a Gene y a Paul para intentar cobrar derechos de autor (no se especifica el monto que pidió) y además pretendió que el alivio de sus deudas ocurriera de la manera menos complicada para él. Se le otorgó ese alivio, pero con condiciones (en el interin, habría obrado de mala fe y utilizado el proceso judicial a su conveniencia). Esto fue determinado por un tribunal de bancarrotas y como se ve en lo que antecede, ratificado por un panel de apelaciones. Finalmente, Vinnie habría cobrado apenas un par de miles (entiendo que los 2.300 US$) y Gene y Paul tuvieron que pagar (o estuvieron cerca de tener que hacerlo, porque todas estas instancias fueron apeladas) unos 60.000 US$, que calculo que para ellos deben ser apenas unas monedas. Si tuviera que darle un consejo a Vinnie, le diría (con onda, de verdad), que haga terapia y que no pierda más tiempo con estas presentaciones judiciales, porque sólo parecen traerle dolores de cabeza.

Traduccion por Mariana Abello para Kiss Army Spain
Documentación por Fernando Martínez