El rockero líder de Kiss compartió en Beverly Hills sus experiencias como empresario, padre de familia y rockero; demuestra que habla con conocimiento de causa, pues afirma que “solía ser el rey”.
La seguridad con la que Gene Simmons habla no se esconde tras sus lentes oscuros, tras su abultada cabellera negra o tras las botas vaqueras que calza. Tampoco es resultado de la fama televisiva ni de las miles de mujeres con las que dice haber estado, pues los años de trabajo y su rostro, ya sin el conocido maquillaje utilizado en las presentaciones de Kiss, tienen como consecuencia una experiencia de vida con la que el cantante convence al hablar.
Sin embargo, ha conocido los límites de todo, pues este rockstar que ha viajado por el mundo entero, quien ha cantado para millones de personas y que se ha definido por no hacer uso de ninguna droga, bebida alcohólica o tabaco, incluso ahora –y muy a su pesar– afirmó que “solía ser el rey” cuando al entrar en una fiesta, las mujeres y las fotografías se van directo a su hijo adolescente y no a él, un artista de 62 años de edad.
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